06 diciembre, 2005

Bajo la piel de Saw II

Dejando un poco de lado la parte visual de la película; que como ya he comentado, en esta segunda parte las escenas de violencia explícita son abundantes (tales como la escena del hombre quemándose vivo o la chica llena de jeringuillas, entre otras) quiero destacar la parte de guión.

Se trata de un argumento poco original si lo comparamos con la novedad que supuso la primera parte (una mezcla entre Seven y Cube) pero con unos diálogos muy logrados (no todos, lógicamente, pero sí unos cuantos). En la primera parte descubrimos que el asesino sufre de cáncer; pero es en la secuela donde descubrimos el porqué se inicia en estos rituales macabros.

Tan solo defiende la injusticia de la vida. Gente que como él quiere vivir; pero que el destino se niega a darle una oportunidad; ya que el cáncer es terminal; y gente que no valora ni aprecia la vida. Para ello se encarga de poner a prueba a las personas. ¿Hasta donde estaríamos dispuestos a llegar por sobrevivir y disfrutar del privilegio de la vida?

Diálogos contundentes entre el asesino y el inspector, donde el primero nos expone toda su teoría de la vida y del ser humano es lo menos impactante (visualmente) de la película; pero uno de los diálogos más logrados, interesantes y originales de las numerosas películas que he visto.

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