Turismo nacional VS Turismo internacional
Domingo 27. 7.05 am. Sigo con mi ronda. Relajada y aburrida mañana de domingo. Apenas unos pocos madrugadores y los más retrasados en volver de fiesta a sus casas.
Paro y recojo a una chica. Me contesta que va al aeropuerto. La verdad es que era bastante guapa (alrededor de unos 25 años). Le pregunto que a donde va y me dice que a Jamaica con una amiga. Hasta ahí normal. Empezamos a hablar de los viajes que hemos hecho respectivamente y la chica me confiesa que ha viajado poco por España; que cuando tiene vacaciones procura salir del país.
¿Por qué? ¿Acaso España no tiene sitios interesantes? ¿Es más atractivo el extranjero?
Sobre gustos los colores, pensé. Seguimos hablando, le comenté que yo a menudo iba por la Sierra de Cazorla (Jaén); ya que mi familia era de allí. Me impactó cuando me dijo que “tenía ganas de conocer Murcia porque le habían dicho que era muy bonita”.
Me decepciona pensar que gran parte del turismo español es internacional cuando no tenemos mucho, o nada, que envidiar a otros destinos turísticos; solo el “prestigio” de no haber visitado un sitio tan lejano. Más triste es querer conocer otros destinos cuando ni conoces los propios de tu país (ni física ni intelectualmente).
Paro y recojo a una chica. Me contesta que va al aeropuerto. La verdad es que era bastante guapa (alrededor de unos 25 años). Le pregunto que a donde va y me dice que a Jamaica con una amiga. Hasta ahí normal. Empezamos a hablar de los viajes que hemos hecho respectivamente y la chica me confiesa que ha viajado poco por España; que cuando tiene vacaciones procura salir del país.
¿Por qué? ¿Acaso España no tiene sitios interesantes? ¿Es más atractivo el extranjero?
Sobre gustos los colores, pensé. Seguimos hablando, le comenté que yo a menudo iba por la Sierra de Cazorla (Jaén); ya que mi familia era de allí. Me impactó cuando me dijo que “tenía ganas de conocer Murcia porque le habían dicho que era muy bonita”.
Me decepciona pensar que gran parte del turismo español es internacional cuando no tenemos mucho, o nada, que envidiar a otros destinos turísticos; solo el “prestigio” de no haber visitado un sitio tan lejano. Más triste es querer conocer otros destinos cuando ni conoces los propios de tu país (ni física ni intelectualmente).